Hoy os enseño un pequeño proyecto que si bien no tiene mucho de interesante (técnicamente hablando), en muchas ocasiones es muy socorrido. Muchas veces necesitamos hacer un pequeño regalo que no implique un gran gasto, o bien a veces, necesitamos un contenedor bonito y original para entregar un pequeño detalle. Pues bien, el proyecto que os presento hoy podría perfectamente salvar alguna de estas situaciones.
En mi caso particular, necesitaba una caja a modo de contenedor. No necesitaba una caja demasiado grande, ni nada sofisticada, de manera que me acerqué a un bazar próximo a casa para ver si encontraba algo que se ajustara a mis necesidades. Y si, justo lo encontré...que no se encuentra en estos sitios!!
No me acordé de fotografiar la caja antes de empezar a decorarla, para que vierais el antes y el después, pero bueno, la caja es tan simple que es fácil imaginarla!. Una cajita cuadrada de madera, de unos 10x10cm de lado, con herrajes y cierre en oro viejo.
Para decorarla, decidí usar papeles de scrap (como no!), del pad de 6x6 de una de mis colecciones de bebé, Story Time, una colección que sacó Studio Calico hace ya un tiempo y que yo compré al completo (si, al completo, en su versión rosa y en su versión azul, eso es: papeles grandes, pequeños, complementos...soy la ruina de mi casa y la alegría de las tiendas, gracias a mis compras compulsivas!!). Decidí combinar los papeles con acrílicos, así que estrené una de mis Americana Decor con acabado chalk que compré en mi última visita a Scraphouse, este mes de mayo pasado, concretamente en color Dentelle, un blanco roto muy combinable y perfecto para el proyecto.
Para empezar con la decoración, lo primero que hice fue desmontar la caja y sacar los herrajes y cierre, eso me facilitaría el trabajo a la hora de pintar. Lijé con una lija de grano fino, para sacar las imperfecciones de la madera, aunque podría haberme evitado este paso. Podría haberle dado una mano de gesso, para cubrir el poro a modo de imprimación, pero la ventaja que tiene este tipo de pinturas con acabado chalk es que no precisan imprimación, ni lijado previo, pues son muy cubrientes y totalmente ultra-mates, lo que las hace muy adecuadas para la decoración de muebles y otros objetos. Además, son aptas para multitud de superficies.
Así que di una mano de Americana Decor, tanto en el exterior como en el interior de la caja. Mientras dejaba secar la pintura, cogí el pad de papeles e hice una selección de los que más me gustaban. Igual hice con los stickers y otros elementos decorativos, y probé varias combinaciones. No tenia claro si decorar solo la tapa o también decorar los laterales de la cajita. Finalmente opté solo por la tapa, puesto que en los laterales, no me gustaba que los herrajes quedaran por encima del papel.
Ya con la tapa decorada, sólo quedaba volver a montar la caja colocando los herrajes y el cierre. Y listo! Tardé menos de una hora en realizar el proyecto y la caja quedó perfecta para lo que yo quería: rápido, sencillo y con un acabado ideal para la ocasión. Os dejo con algunas fotografías del resultado final.
Nos vemos!
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